Desde muy temprana edad he sentido un interés profundo por el ser humano, por ayudar a las personas en situaciones de sufrimiento y desigualdad.
Con 18 años me diagnosticaron cáncer del sistema linfático. Después de curarme caí en una depresión profunda que desembocó en bulimia y en una gran desconexión de mi misma. No dudé en estudiar psicología, quería aprender a lidiar con mi enfermedad y que mi itinerario sirviera para aquellos que pasaran por situaciones de dolor y cambio inesperado de vida.
Empezó así un camino donde mi formación profesional se iba integrando con mis vivencias.
En el último año de carrera, realicé un curso de especialista en psico-oncología en el Hospital Quirón, donde también realicé prácticas como Co-terapeuta. Al acabar la carrera hice el Master General Sanitario en la Universidad Pontificia de Comillas, donde me puse en contacto con la psicología humanista y la terapia familiar sistémica. Durante estos dos años colaboré con el psiquiátrico de Ciempozuelos y con Amalgama Social. Para ampliar mi perspectiva, realicé un experto en Psicoterapia Integradora donde aprendí técnicas de integración cerebral (EMDR), de apego y trauma.