Iniciar tu proceso terapéutico, es iniciar tu camino observando, comprendiendo y aceptando las etapas por las que has pasado a lo largo de la vida. Es mirar hacia dentro para ver dónde sueles estancarte, qué mecanismos has aprendido, qué patrones son automáticos y no del todo saludables, qué conflictos están irresueltos, cuáles son tus necesidades y cómo responder antes éstas. Es en definitiva, comprometerte contigo mismo.
Desde pequeños, vamos aprendiendo cosas que nos impiden desarrollar nuestro potencial, generando así dificultades, miedos y limitaciones. A veces transitamos situaciones difíciles que dejan sus huellas en forma de trauma, y que pueden convertirse en cargas demasiado pesadas que nos dificultan avanzar. Tener acompañamiento y un lugar seguro, te permite traer a la superficie el material que necesitas ver para poder generar cambios y mejoras y conectar así con tu fuerza interior.
A través de la psicología, el movimiento y el arte, trabajamos para reconocer los patrones que debilitan la relación con nosotros mismos y con lo que nos rodea y enfatizamos valores como el amor propio, el respeto, la compasión y la aceptación.
Juntos iremos explorando cómo estás por dentro, qué necesitas y cómo te relacionas con las distintas áreas de tu vida, incidiendo en aquellas donde más lo necesites.